jueves, 24 de enero de 2008

*LENGUAJE AUTÓNOMO: BOCA

Nunca me había detenido a pensar en los múltiples usos y significados que puede tener la palabra boca. Resulta que antier incursioné en la carrera de modelo dental, para una clínica de blanqueación de dientes y dedique más de dos horas a exhibir mi boca. Honestamente no es lo mío eso de andar gesticulando sonrisas frente a una cámara, por eso fue debut y despedida. Si provoca cierta angustia hacerse plenamente consciente de que uno tiene boca, por todo lo que esto implica.
Siempre he estado preocupada por tener la boca limpia, los dientes bien cepillados, el aliento inoloro... Ya si me da tiempo, pues hasta me pinto los labios o me pongo brillo. Es una rutina que ni cuestiono. No vaya a ser que por descuido, mi boca vaya a andar en boca de todos.
Confieso que entre mis amistades cercanas no bacilamos en atacar a
aquellos que tienen aliento fácil de detectar. ¡Callense la boca! Y como uno no puede escaparse siempre de tan penosa situación, los chicles son un alivio.
Pero hacerse responsable de una boca propia no se queda ahi. Aunque me pronuncio más en favor de la espontaneidad que de la autocontención, entiendo que usar de más la boca es muy arriesgado. Mi abuela recomendaba abrir la boca sólo para decir cosas buenas. Ya saben, en boca cerrada no entran moscas. A mi se me da poco eso de guardar silencio, tengo que hacer esfuerzos constantes para no dar mi opinión. Y en esta autocrítica avanzada, pues si, acepto que tengo el enorme defecto de a media conversación, arrebatarle a la gente la palabra de la boca.
Me voy porque no he comido, y ya se me hizo agua la boca.
Cuiden todos sus bocas, sobre todo cuando duerman boca arriba.

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