miércoles, 29 de abril de 2009

A flote nuestras carencias

La situación de emergencia a la que estamos sometidos por la influenza humana (antes porcina) saca a flote los problemas estructurales cotidianos que enfrenta nuestro país, ya sea por negligencia, corrupción o ineptitud.
La principal responsabilidad de gobernar es distribuir recursos. Eso es decidir prioridades y poner en ellas dinero, ideas y gente. Cuando inició esta crisis de salud, pensé que era una buena oportunidad para que resurgiera el espíritu solidario de los mexicanos y la consciencia colectiva que tenemos tan aletargada. Imaginé que era un pretexto drástico pero útil para detectar coincidencias entre las diferentes posiciones políticas y unir fuerzas. 
Asumo que una coyuntura con estas dimensiones obliga más a tomar decisiones incrementales que decisiones programadas. Pero lamento que no se perciba coherencia, que no se escuchen voces a coro de consenso, que sea el titubeo y la lucha de intereses económicos lo que retumba en el micrófono en las conferencias de prensa de nuestros representantes.
Me preocupa además la actitud mezquina de nuestros legisladores, que optaron, hace una semana por aplicarse una vacuna que aunque no previene esta cepa, decidieron aceptar en vez de distribuirla entre la población vulnerable. 
Y los alarmantes reportes sobre la infraestructura de la mayoría de las escuelas rurales sin acceso a agua y con nulas condiciones de higiene. Y saber que no contamos con laboratorios que tengan la calidad requerida para analizar muestras de virus y generar vacunas, como los hay en muchos otros países con menos recursos que el nuestro.
Las elecciones están a la vuelta de la esquina con una cantidad de recursos para campañas que tapizan la república de fotografías, pendones con promesas irreales. 
Me pregunto ¿Por qué quienes nos gobiernan piensan que esa es una de nuestras prioridades?. ¿En qué momento dejarán de asignar dinero para solidificar el monopolio de la competencia política en vez de  impulsar el desarrollo de infraestructura educativa, de salud o de investigación científica?
Digamos algo, Hagamos algo, las cosas no pueden seguir así.

No hay comentarios: