Dicen que cuando los perros tienen miedo esconden la cola entre las patas. Por las calles metropolitanas hay montones de ellos, algunos amedrentados se escapan de las escobas bajando la mirada, otros más envalentonados levantan la cabeza y beben agua de las renovadas fuentes citadinas. Se calcula que por cada diez defeños hay un canino vagabundeando entre banquetas. Y es que el DF concentra al 20% de los perros callejeros del país, como lo señala Pedro Cano, investigador de la UNAM. Mientras que en el Estado de México por cada perro que hay en casa, cinco viven en la calle (Instituto de Salud del Edomex).
Ser muchos los hace vulnerables. La mayoría de los perros callejeros enfrentan hambre, en los casos menos comunes accidentes y de forma reiterada maltrato o hasta tortura.
Desde 2002, aquí contamos con la ley de Protección a los Animales del Distrito Federal que establece entre las obligaciones de los habitantes, proteger a los animales, garantizar su bienestar, brindarles atención, asistencia, auxilio, buen trato, velar por su desarrollo natural, salud y evitarles el maltrato, la crueldad, el sufrimiento y la zoofilia. También se prohíbe por ejemplo, el obsequio, distribución, venta y cualquier uso de animales vivos para fines de propaganda política o comercial, obras benéficas, ferias, kermesses escolares o como premios en sorteos, juegos, concursos, rifas, loterías o cualquier otra actividad análoga, con excepción de aquellos eventos que tienen como objeto la venta de animales y que están legalmente autorizados para ello.
Lo que es un hecho es que no podemos obligar a nadie a hacerse responsable del destino de un perro que deambula en su colonia. Pero, ¿qué tal si en vez de pensar en comprar un perro nos hacemos cargo de alguno de los que anda cerca de nuestra banqueta? Y lo que sería todavía más útil, esterilizar al que ya tenemos. En el DF se pueden conseguir esterilizaciones gratuitas en el Centro de Control Canino, tel: 56074093. La comunidad de www.genteconciente.org ofrece un directorio de los sitios en las delegaciones del DF y municipios del Estado de México para esterilizar. Así que no hay ningún costo en reducir la reproducción del abandono. Además tenemos que convencer a los que quieren que su raza pura tenga cachorros, de que hay otras alternativas igual de atractivas.
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